Es tu andar sereno
y tu porte aristocrático.
Tu menudo cuerpo
del cincel de Miguel Ángel,
pluma de ganso
que baila a la melodía del viento
con pasos rectos de flamenco.
Sonrisa de Monna Lisa,
misteriosa, pícara y cómplice.
Tus almendrados ojos sumisos
tan tiernos y juguetones,
que al ver acarician,
que al contemplar aman.
De semblante inocente e ingenuo,
a tu paso se te rinden las flores
inhalando la fragancia de tu piel.
Dame tus delicadas manos
de fresco y suave cristal,
dejemos correr los años
y amémonos sin final.
y tu porte aristocrático.
Tu menudo cuerpo
del cincel de Miguel Ángel,
pluma de ganso
que baila a la melodía del viento
con pasos rectos de flamenco.
Sonrisa de Monna Lisa,
misteriosa, pícara y cómplice.
Tus almendrados ojos sumisos
tan tiernos y juguetones,
que al ver acarician,
que al contemplar aman.
De semblante inocente e ingenuo,
a tu paso se te rinden las flores
inhalando la fragancia de tu piel.
Dame tus delicadas manos
de fresco y suave cristal,
dejemos correr los años
y amémonos sin final.