29/05/08

Fernando Cortés Barbosa

Fernando tengo por nombre
que sufre una pugna interna:
dos polos que están opuestos
por ser un Cortés Barbosa.

Cortés soy por lo correcto,
caballero y soñador,
solitario empedernido
que se esconde en la costumbre.

Soy Barbosa por alegre,
inconforme y orgulloso,
adorable sinvergüenza
que se goza en los excesos.

Soy lo negro y soy lo blanco,
soy lo bueno y soy lo malo,
y ni lo uno ni lo otro,
sino todo lo contrario.

De un polo a otro me paso
sin dar con el punto medio,
¿no será porque lo Cortés

no quita lo que es Barbosa?

Tus demonios

He sentido tus demonios
que mantienes amarrados,
se te ven a flor de piel
y se asoman por tu cara.

Tú sin ellos no te explicas.
Fermentaron tu persona.
Son de ayer, hoy y mañana.
Te acompañan desde siempre.
.
Eres muy celosa de ellos,
pues con nadie los compartes,
y del mundo tú te apartas
para estar nomás con ellos.

Son tu más grande riqueza,
son tu más grande suplicio,
son tus culpas, son tus triunfos
tu consuelo y tu desdicha.

Mi ego idolatrado

Mi insana sed de aventuras
agotó el néctar
de tus poros transpirados.
Satisfecha mi hambre de piel
te vestí con el polvo del olvido.

La verdad nunca estuve contigo
sino con mi ego idolatrado.

Jamás te entregué mis flores
cuyas caricias solo fueron mías,
ni mi fragancia a madera fresca,
ni mis versos furtivos y bandidos.

Absolutamente todo quedó en mí,
en mi pétrea soledad de espinas,
donde amargo lloro mis miedos
por no mandar todo al diablo... y amarte.

15/05/08

Mortal espina

Espina clavada en mi alma,
insistente gota sobre piedra,
sol que sin reverencia abraza,
aire que asfixia mis venas.

Me hablas con tu equipaje de regreso
palabras que desafían y acechan,

con tus ojos decepcionados de sueños
que atentan la utopía de mi vida.

No consigues más que exasperarme,
hasta perdí la paz de mi inocencia
me clavaste además un puñal,
una herida por tu río de lágrimas.

Musa de ilógicos sentimientos,
sin tregua alguna me estás matando,
te aprovechas de mi ingenuo corazón
que agrietado punzantes iras supura.

Ya siento perder el juicio
y no encuentro salida alguna.
Tan sólo espero que el tiempo
me saque esta mortal espina.