15/08/07

En los brazos de una madre


Señora de la vida,
del abrazo y del dolor.
Ternura balbuceada
por el llanto de un bebé,
andamos como errantes
que han perdido la esperanza
si al caer la tarde
no nos vemos en tus brazos.

Madre, eres toda fortaleza
bajo un prisma delicado,
burbuja protectora
donde hallamos el reposo,
aquel tan añorado,
que nos hizo en tus entrañas.

Los años fríos
se nos vienen tan de prisa,
nos vuelven distraídos
cuando no unos desdichados.
Si el dolor no soportamos
todavía nos quedas tú,
oh cálido hogar
de puertas siempre abiertas.

Y cuando te desvelas
por nosotros esperando,
Dios debió querernos
tanto, tanto, tanto,
que no quiso abandonarnos,
y yo sé que está esperando
en los brazos de una madre.

27/07/07

Las palabras

Nunca frenes las palabras
mucho menos las ocultes,
misterio y magia esconden,
un poder encantador.

Resucitarías muertos
y crearías nuevos mundos
si les prestas melodía,
tu vehemente convicción.

Dime sólo una palabra
y esta vida cambiaría,
la que no llega a ser vida
si no cantas tus palabras.

Mentiras maravillosas

Cuando largo es el camino
e insoportable el caminar,
maravillosas las mentiras
que nos sirven de consuelo.

No es que ellas sean falsas,
son las máximas verdades
que hubieran sido realidades,
pues no siempre son las cosas
tal y cual debieron ser.

En el fondo de los sueños
se hacen eco y nos persuaden
que aún podemos contestar
la mentirosa realidad,

que otro mundo aún es posible
donde reinen las verdades
cuando largo es el camino
e insoportable el caminar.

El deseo de la muerte

El deseo de la muerte,
el deseo de la nada,
no es más que el deseo
de querer hallarlo todo,
lejos, lejos de esta vida
que de vida nada tiene
y que por desear la vida
la muerte es sólo un paso.

Tristeza mía

La tristeza mía
precedió a mi nacimiento,
se adueñó de mis entrañas
aún ni bien había nacido.

Ella huía cual roedor
por los rincones,
en la oscuridad hacía brillar
sus ojos tétricos
y merodeaba en azoteas
arañando los tejados.

De noche nadie oía
sus ahogados alaridos,
de día marchitaba
cuanto hallaba por su paso.

Yo no sé de dónde vino
y aún no sé qué es lo que busca,
pero en mi alma está viviendo
y también está muriendo,
y se estanca en mis suspiros
tan monótonos y fríos.

En mi corazón abrió la herida
que me duele al rojo vivo,
por donde lentamente se destila
en las gotas de mi sangre.

Tu inocencia


En el fondo de tus ojos
vive intacta tu inocencia
la que tú deseas perder
por burlar tu sufrimiento.

¿Dime quién te convenció
de buscar perder el juicio,
de reírte tontamente
y desconfiar de todo el mundo?

Con tu máscara de hielo
no podrás disimular
tu sonrisa angelical
que dibujas sin querer.

Dame un poco de inocencia,
llorar mis lágrimas quiero,
que se me congelaron
cuando ya no fui inocente.

16/03/07

Poesía no inspirada


Esta poesía no viene inspirada
más que por la fuerza de voluntad

de querer expresar lo que siento,
aquel revoloteo de pájaros negros.

No encuentro palabras ni imágenes
para plasmar mis agrias verdades,
o tal vez me falta el valor, el coraje,
por resignarme a esta cómoda máscara.

¡Oh bendita inspiración te invoco!
Ven de prisa a revelar mi corazón,
a recrear mis reprimidos sueños de oro
y a señalar mi tristeza humanidad.

Sentida poesía aún te espero,
dame la inspiración de las musas,
la sensible curiosidad felina
y la creatividad del misterio.

No permitas que de ansiedad muera
sin saber que soy quien no soy,
pues tan sólo llegaré a ser perfecto
dando forma a los fantasmas que siento.

Versos cortos



Pensaba hacerte una poesía

Pensaba hacerte una poesía
y no me vino la inspiración,
lo cierto es que cada día
te llevo en mi corazón.









A Huamachuco

El día que yo me muera
y en presencia de Dios esté,
un reproche le voy a hacer:
¡por qué en Huamachuco
no me hiciste nacer!

Más turbación

Tuve en mi puño el manojo
de mis sueños líbidos
que acaricié con desbocado vaivén
hasta liberar la turbación del enjambre
de mis pervertidos duendes nocturnos.

Fue un ir y venir del cielo al infierno,
un viaje a lo más recóndito de tu piel,
de donde dilatado salté como un chorro
que antes de tocar suelo desaparece en el abismo.

Al final no queda más que el vacío de la vanidad,
el sentimiento estúpido de la esclavitud.
.
No obstante, al volver mi húmeda noche,
mis pérfidos duendes no hacen más que turbarme
más y más.

13/03/07

Tras tus pasos lejanos


Mi risa última que no fue la mejor
por tu primera impresión
que me envió al olvido.

Sobre la noche de mis lamentos
coronaste una estela de estrellas fugaces.

En el ahogado sueño de mis deseos
habitan los besos que no te he dado.

El murmullo del nocturno viento
aún deja oír mi seco llanto cuando te vi partir,
y tras tus pasos lejanos tan sólo se oyen
los latidos de mi corazón.

Sin savia

Hoy mi rostro dibuja su tristeza,
una lánguida piedra de eternos canales
que surcaron los años bebidos de prisa.

Mi fragancia es aliento pálido
y mi caricia pétrea frialdad,
un sinsabor de afectos huecos.
.
Palabras tímidas se me esconden
por no revelar mis crudas lágrimas
de aquellos hundidos ojos vacíos.

Sin savia se tornó mi árbol seco,
mi piel agrietó y mis huesos empolvan.

Nadie me ve sin sentir escándalo,
todos huyen de mi invisible sombra.

Jamás la luz me fue tan oscura.

Prejuicios beatos

La punzante tensión
que me oprime el pecho
y cuyo furor busca
reventar mis venas.

Las tediosas noches de insomnio

y el vómito del hambre
que aún no he satisfecho.

Son la culpa de prejuicios beatos,
remordimientos estúpidos

de ídolos rotos
que me persiguen por arrebatarles

lo que me pertenece
y que desde el principio era mío,

mío y tan sólo mío.

Sutil presencia

Haz bajado de allá arriba
donde se esconde el cielo
como un ángel directo a mis brazos.

.
Tan sutil es tu presencia
perceptible sólo en mis sueños,
en mi fantasiosa sed de piel.
.
Como el vapor de nube
te discurres entre mis dedos,
en el mar de mi imaginación.

Una vez más despierto
y siento la presencia de tu vacío
y añoranza por mi sublime sueño.

Sirena de la costa

Tu canto acarició mi alma
y extasió mis sentidos.
Te contuve en mi aliento
y agotada partiste de mí.

Me hiciste sentir tu pureza,
la virginal balada de tu corazón.
Vibré por cada uno de tus tonos
y quedé suspendido con tu sentimiento.

Tu voz me transportó por el tiempo
en un vaivén de mariposa,
en un degravitar de hojas por el viento
a un remanso pueril de inocencia.

Sirena de la costa vuelve a mí,
cántame como al odiseaco Ulises
antes que me pierda en aquel horizonte
de un mar arduo, sinuoso e incierto.

Mientras no haya


Esta estéril fantasía de mis atados pensamientos
se niega a no fecundar de caricias tus sueños.

Estos mis ojos de pudor ciegos
no se resignan a no ver tu desnuda silueta de humo.

Estos versos falsos de inspiración
no descansarán hasta que no seas mi musa debilidad.

Este camino al infierno de buenas intenciones
no parará al cielo sin que me resbale de tu risa.

Este ladrón no tendrá cien años de perdón
hasta no robar tus suspiros bandidos.

Y mientras no haya mal que por bien no venga,
este tonto por ti seguirá esperando.

En cada sueño


Si no fuera porque apareces en mi sueño
mi descanso nocturno sería pérdida de tiempo.

Eres el cenit de mi oscura noche
y estoy más vivo que ni cuando despierto.

La señora noche con su elegante velo negro,
como una caja de pandora me ofrece mil fantasías,
al grado de recorrer la geografía de tu cuerpo
sin que te des cuenta hasta no verte a los ojos.

Jamás se activaron mis sentidos
cuando en brazos de Morfeo
se prendieron las olas de mi encrespado espíritu,
por vivir la experiencia de un encuentro ilimitado
donde Afrodita no da resquicio a prejuicio alguno.

En cada sueño me esperan tus caricias terciopelo,
tu sonrisa de plata y el perfume de tu pelo.

Cada noche, por el túnel de mi inconsciente
me escapo por volver realidad,
lo que despierto, es, tan sólo un sueño.

Con la ternura de una madre


Te acogeré con la ternura de una madre.
Para ti mis manos son pétalos suaves
y mis brazos lirios de inocentes rizos.

Haré de mi voz arrullo para tu inacabado sueño
y mi cálido aliento paliará el frío de la soledad
de tu alma blanca tantas veces engañada.

Remanso de agua dulce será por ti mi regazo,
donde retoces como un cabrito
y en cada burbuja reflejes tu desenfadada risa de media luna.

Bajo mis confortantes y regias alas te pondré a salvo
sin que me importe el horizonte de donde vengas
ni el viento que te raptó ni la tormenta de tu vaso de agua.

No esperes de mí el severo juicio paterno
ni la ley de hierro criminal e insensible,
porque soy tu hermano, tu amigo,

yo te adoro como a un hijo.

Mi cielo, mi mundo


Con brazos tiernos rodeabas mi sólido cuello
como pendiendo de tu cielo, tu mundo.
Pisabas en nube de algodón
lejos de esta ilógica realidad.

Tu ingenuidad de niña te llena de ilusión,
de sueños mágicos y provocativos,
que a mi tensa vida resignada,
es linda y cariñosa tentación.

Ven corriendo que ya me voy,
por favor, no me dejes ir,
ven a colgarte de mí
que eres mi cielo, mi mundo.

A ti mujer

A ti mujer hoy en tu día.
Gracias por tu presencia, por tu ser.
Sin ti la vida del varón sería incompleta.
Eres el complemento,
la savia que desde la raíz nutre la vida.

Gracias por tu delicadeza,
que no es debilidad,
sino virtud del ser valioso, hermoso,
digno de ser cuidado con sumo esmero.

Ay si nuestras manos torpes osasen
corromper tu frágil belleza,
sería para nuestra propia deshonra
verte afrentada y humillada.

A ti, imagen y semejanza de Dios,
hermana, amiga, esposa... madre,
belleza, delicadeza, ternura...vida,
mi bendición y admiración por siempre.

Carne de hambre

.
Solté las anclas de mi imaginación
y me cubrió la flor de tus caricias,
fue tu pecho mi dulce de algodón
y sus cerezas fueron mis delicias.

Me elevé muy alto como el viento en vuelo
por dejarme en tus brazos caer tan lento,
para fecundar la tierra de tu húmedo cielo
hasta quedar sin media gota... de aliento.

Nuestra saliva nos colmó la carne de hambre.
Del mismo aire sudado bebimos,
exhalamos los alaridos de nuestra sangre
cuando de insano vértigo reímos.

Bonita

Mira que si eres bonita
princesa venida de un cuento,
habiendo en tus ojos nostalgia
de un pasado atado al futuro.

De mí buscas esconderte
tras la seda de tu pelo
tan sólo por atraerme
con tu inhibida seducción.

Cuánta gracia, qué ternura,
tú tan tímida y tan linda,
si me ves te ruborizas
¡tanto más bonita estás!

Flor de mi vida

Voz de niña y risa cristalina
en cuerpo madurado al sol,
fuente de ternura diamantina,
oro purificado en crisol.

Virgen princesa de fuego.
De juventud, eterna fuente;
de la vida, lindo juego;
del amor, flor ardiente.

Del gran horizonte has partido
donde se besan mar y cielo,
de donde yace el sol tardío
que las gaviotas cruzan al vuelo.

Tu tierna mirada transparente,
tus sentimientos a flor de piel
me acarician tan de repente
con tu dulce voz de miel.

Eres piedra rodante en río
y en cálidas aguas fuiste pulida,
que a mi piel humectas cual rocío
flor ardiente, flor de mi vida.

A veces quisieras

A veces quisieras susurrar a mi oído palabras dulces
que un entrecortado suspiro

en tu pecho ahoga temeroso
por no enfrentar lo que hace tanto tiempo anhelas.

Sé muy bien que quisieras

en un abrazo eterno fusionarte conmigo
y huir con el viento hacia el horizonte infinito.

Unas veces quisieras unir tu boca a la mía
por extraer el aliento que te devuelve a la vida,
los motivos que te fueron mutilados.

Otras veces quisieras no querer lo mucho que me quieres
y tampoco quererme como yo te estoy queriendo.