La palabra te ata

La palabra te ata,
te limita y compromete.
Vives solo para ella
y sin ella no eres nadie.

No la sueltes tan de prisa
si no sabes sostenerla,
soga es para tu cuello
y un anzuelo es a tu boca.

Dueño de ella es quien la tiene,
la domina y la controla,
y la guarda en sus adentros
para hablarla sin decirla.

Nunca intentes traicionarla,
en tu trampa tú caerías.
No perdona a los infieles,
sin voz deja a los que mienten.

Ya lo sabes, ten cuidado,
la palabra es doble filo,
piensa bien antes de hablarla…
Te puede cortar la lengua.