15/08/07

En los brazos de una madre


Señora de la vida,
del abrazo y del dolor.
Ternura balbuceada
por el llanto de un bebé,
andamos como errantes
que han perdido la esperanza
si al caer la tarde
no nos vemos en tus brazos.

Madre, eres toda fortaleza
bajo un prisma delicado,
burbuja protectora
donde hallamos el reposo,
aquel tan añorado,
que nos hizo en tus entrañas.

Los años fríos
se nos vienen tan de prisa,
nos vuelven distraídos
cuando no unos desdichados.
Si el dolor no soportamos
todavía nos quedas tú,
oh cálido hogar
de puertas siempre abiertas.

Y cuando te desvelas
por nosotros esperando,
Dios debió querernos
tanto, tanto, tanto,
que no quiso abandonarnos,
y yo sé que está esperando
en los brazos de una madre.