No ven otro pasatiempo
que agotarme la paciencia.
Soy quien busca someterlas
y termino sometido.
.
Ven que sufro cuando escribo
y ni así se compadecen.
Les gusta verme en crisis
y también de mal humor.
Bien saben que sin ellas
no libero mi dolor.
II
Cuando pesco una palabra se me vienen seguiditas.
Reciben mis caricias, tantos besos como abrazos.
Las encuadro, se descuadran y me rompen la cabeza.
Entonces yo las borro, las insulto, las maldigo,
las pateo, las aplasto... ¡las desuello vivas!
Sin embargo, las recuerdo, las extraño, las evoco,
las suspiro, las recojo, les doy forma con mis letras,
y hasta no dar con su ritmo yo no puedo estar en paz.
III
¿Dónde habitan las palabras?
II
Cuando pesco una palabra se me vienen seguiditas.
Reciben mis caricias, tantos besos como abrazos.
Las encuadro, se descuadran y me rompen la cabeza.
Entonces yo las borro, las insulto, las maldigo,
las pateo, las aplasto... ¡las desuello vivas!
Sin embargo, las recuerdo, las extraño, las evoco,
las suspiro, las recojo, les doy forma con mis letras,
y hasta no dar con su ritmo yo no puedo estar en paz.
III
¿Dónde habitan las palabras?
Donde el caos tiene su reino.
Donde no hay un rumbo fijo
Donde no hay un rumbo fijo
ni señal ni norte alguno.
Donde vagan como huérfanas
las partes sin su todo.
Donde gime la materia
su total brutalidad
porque no encuentra una forma
porque no encuentra una forma
que la pueda definir.
Ahí no hay vida sino muerte,
grito, ruido y confusión.
Es un reino de tristeza
que tendrá ningún sentido
hasta no haber una voz
hasta no haber una voz
que dé nombre a las palabras.