24/06/08

Gente que me quiere

Tengo gente que me quiere
más de lo que imaginaba,
más de lo que yo pensaba,
más de lo que yo merezco.

A pesar de mis silencios,
de mis gestos vanidosos,
de mi no correspondencia...
¡contra toda mi impaciencia!

No ha faltado quien lo sienta
aunque demasiado tarde,
porque quien a mí me quiere,
para siempre ha de quererme.

Quizás ven en mí un chiquillo
que al adulto juega ser,
que si grita sus caprichos
da ternura y compasión.

Esa gente que me quiere
no me pide nada a cambio,
y entre voces les escucho:
te queremos como eres.

Fernando

Mi nombre es melodía,
sus notas son musicales,
pronúncialo lentamente:
Fer-nan-do.

Ha sido nombre de reyes

de exploradores y artistas.
Muy pocos se lo merecen,
no así se llama cualquiera.

De un niño tiene el encanto.
Su imán es muy poderoso.
Lo habita un raro silencio
que a fuego lento lo cuece.

Vino añejo es su sabor,
risa y llanto su pasión.
Sabe a historia, sabe a mundo,
tiene porte y mucho estilo.

Un redoble repentino
nos lo anuncia misterioso.
Su abrazo es tan intenso
pero esfuma en un instante:


Fer-nan-do

29/05/08

Fernando Cortés Barbosa

Fernando tengo por nombre
que sufre una pugna interna:
dos polos que están opuestos
por ser un Cortés Barbosa.

Cortés soy por lo correcto,
caballero y soñador,
solitario empedernido
que se esconde en la costumbre.

Soy Barbosa por alegre,
inconforme y orgulloso,
adorable sinvergüenza
que se goza en los excesos.

Soy lo negro y soy lo blanco,
soy lo bueno y soy lo malo,
y ni lo uno ni lo otro,
sino todo lo contrario.

De un polo a otro me paso
sin dar con el punto medio,
¿no será porque lo Cortés

no quita lo que es Barbosa?

Tus demonios

He sentido tus demonios
que mantienes amarrados,
se te ven a flor de piel
y se asoman por tu cara.

Tú sin ellos no te explicas.
Fermentaron tu persona.
Son de ayer, hoy y mañana.
Te acompañan desde siempre.
.
Eres muy celosa de ellos,
pues con nadie los compartes,
y del mundo tú te apartas
para estar nomás con ellos.

Son tu más grande riqueza,
son tu más grande suplicio,
son tus culpas, son tus triunfos
tu consuelo y tu desdicha.

Mi ego idolatrado

Mi insana sed de aventuras
agotó el néctar
de tus poros transpirados.
Satisfecha mi hambre de piel
te vestí con el polvo del olvido.

La verdad nunca estuve contigo
sino con mi ego idolatrado.

Jamás te entregué mis flores
cuyas caricias solo fueron mías,
ni mi fragancia a madera fresca,
ni mis versos furtivos y bandidos.

Absolutamente todo quedó en mí,
en mi pétrea soledad de espinas,
donde amargo lloro mis miedos
por no mandar todo al diablo... y amarte.

15/05/08

Mortal espina

Espina clavada en mi alma,
insistente gota sobre piedra,
sol que sin reverencia abraza,
aire que asfixia mis venas.

Me hablas con tu equipaje de regreso
palabras que desafían y acechan,

con tus ojos decepcionados de sueños
que atentan la utopía de mi vida.

No consigues más que exasperarme,
hasta perdí la paz de mi inocencia
me clavaste además un puñal,
una herida por tu río de lágrimas.

Musa de ilógicos sentimientos,
sin tregua alguna me estás matando,
te aprovechas de mi ingenuo corazón
que agrietado punzantes iras supura.

Ya siento perder el juicio
y no encuentro salida alguna.
Tan sólo espero que el tiempo
me saque esta mortal espina.

12/03/08

Las palabras II

I

Pendencieras y ladinas.
Así son las palabras.

No ven otro pasatiempo
que agotarme la paciencia.

Soy quien busca someterlas
y termino sometido.
.
Ven que sufro cuando escribo
y ni así se compadecen.

Les gusta verme en crisis
y también de mal humor.

Bien saben que sin ellas
no libero mi dolor.

II

Cuando pesco una palabra se me vienen seguiditas.
Reciben mis caricias, tantos besos como abrazos.
Las encuadro, se descuadran y me rompen la cabeza.
Entonces yo las borro, las insulto, las maldigo,
las pateo, las aplasto... ¡las desuello vivas!
Sin embargo, las recuerdo, las extraño, las evoco,
las suspiro, las recojo, les doy forma con mis letras,
y hasta no dar con su ritmo yo no puedo estar en paz.

III

¿Dónde habitan las palabras?
Donde el caos tiene su reino.
Donde no hay un rumbo fijo

ni señal ni norte alguno.

Donde vagan como huérfanas
las partes sin su todo.

Donde gime la materia
su total brutalidad
porque no encuentra una forma

que la pueda definir.

Ahí no hay vida sino muerte,
grito, ruido y confusión.

Es un reino de tristeza
que tendrá ningún sentido
hasta no haber una voz

que dé nombre a las palabras.

Versos cortos II


El poema

Qué misterio entraña el poema,
pareciera Palabra de Dios
que por cada vez que se lee
algo nuevo siempre nos dice.






Ni profeta ni poeta

En la casa
en que te ven crecer
ni profeta ni poeta
te pueden ver.

Negra

Sirena de ébano puro,
candela es tu cuerpo al andar,
un tostado olor a café
transpira tu humor tropical.

Tus ojos niñas precoces
se mofan de mi resistencia,
y al ritmo de tus caderas
saborean tenerme tus labios.

Tú tienes tan sólo un vicio
tentar lo que te es prohibido.
Pues ni un capricho me niegas
me tienes turbado, Negra.

Tu risa porta el hechizo
que Dios por gracia te ha dado
y a cambio tú le harás ver
de qué están hechos los santos.


No te dejas alcanzar

En la magia de un abrazo
fuiste el cuerpo de la espuma
que estrechar tuve temor
para no romper el sueño.
.
Tan real aquello fue
que dudé fuera verdad,
pues jamás te tengo lejos
como cuando estás tan cerca.

Y de pronto veo tus ojos
que me ven desde otro tiempo y otro espacio
donde quieres solamente estar conmigo
y desatar el nudo que te ahoga las palabras.

Sin embargo, te me alejas con tu tímida prudencia
grabando en mí el recuerdo del encanto de tu voz
y tu sonrisa abierta como pétalos de flor.

Hasta en mi fantasía tontamente te persigo
y, contra tu voluntad aún,
no te dejas alcanzar.